EL PAPEL DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LA CONVIVENCIA Y LAS PROFUNDAS DIFERENCIAS CULTURALES AL INTERIOR DE NUESTRO PAÍS.
Sabemos que el ser humano es ese animal dotado de razón, entendimiento que lo convierte en el ser superior entre los demás seres vivientes, por tanto deber ser quien se encargue de cuidar la creación y si tomamos esto como cierto, ha de ser su deber de proteger todos los otros seres que habitan en nuestro planeta, pero en realidad no es así sino que al parecer en nuestra genética lo que predomina es la perversidad ya que nos destruimos unos a otros, esto ha llevado a las sociedades de todos los tiempos buscar un orden que, de manera razonable, se logre o mejor se propenda por un bienestar donde se respete la vida como derecho imperativo de preservar, y la tranquilidad como parte fundamental en la convivencia entre semejantes.
La convivencia, sin lugar a dudas, es la relación interpersonal; eso de cómo cada ser es capaz de relacionarse con su semejante y con su entorno, y es aquí donde surge la gran dificultad; que desde épocas colosales el ser humano no ha tenido la capacidad de convivir en tranquilidad con su semejante y con los otros seres vivientes; ya que la convivencia debe tener un carácter social donde se construya una sociedad democrática donde todos participemos para formar una mejor sociedad a través del respeto, igualdad, dialogo libertad, paz, justicia, dignidad y progreso social.
Ahora bien con respecto a lo concerniente a los Derechos Humanos puedo decir que estos se inscriben dentro de la necesidad del hombre de convivir con sus semejantes, debido a que no es capaz de bastarse por sí mismo. Esto le confiere a la vida social una gran importancia, y por ello nos vemos obligados a establecer más normas básicas. A partir de estas normas, el hombre puede relacionarse con sus semejantes sabiendo que se encuentra en las mismas condiciones que los demás, por tanto los Derechos Humanos tienen un papel fundamental pues actúan como reguladores de las relaciones sociales en busca de la constitución de una sociedad mejor, ya que a través de sus líneas se percibe el ánimo de respeto por la vida, la diversidad y de forma principal la dignidad humana.
Entonces con lo planteado anteriormente nos podríamos preguntarnos ¿Qué son los Derechos Humanos?, pues bien para dar respuesta a este interrogante puedo decir que los Derechos Humanos son códigos de conducta, valores que deben permear la convivencia humana, donde la base fundamental de esta es la interacción social y están focalizados hacia la construcción de la paz, la convivencia, la garantía de la dignidad y la integridad de todas las personas, pueblos, sociedades o grupos; promoviendo así el respeto y la tolerancia en múltiples escenarios donde se espera prime la concertación y el diálogo.
Así pues los derechos humanos constituyen un factor estabilizador de paz con el propósito además de crear condiciones de estabilidad y de bienestar necesarios para las relaciones pacíficas y amistosas entre personas, comunidades, pueblos o naciones sin hacer distinciones de idioma, raza, sexo, religión o condición social. No obstante, no se debe olvidar el respeto a los principios de integridad territorial e igualdad soberana de los estados, así como la pluralidad de los mismos. En medio de las diversidades, ya sean culturales, sociales, económicas, políticas o jurídicas, los estados están en la obligación de promover y proteger los derechos humanos como forma de integración y convivencia pacífica.
En el caso de Colombia, aún no se respetan los derechos humanos pues las persecuciones políticas promueven la impunidad de crímenes, mediante tres razones expuestas por Gustavo Gallòn “simulación de justicia, preservación del poder mafioso y ocultamiento de la responsabilidad social”. (2007, 2).
Por un lado los falsos positivos, las acciones de grupos paramilitares y guerrilleros llaman la atención generando dudas sobre la labor que cumple el gobierno y las fuerzas armadas quienes en lugar de proteger al pueblo parece que amenazan la supervivencia.
Por un lado los falsos positivos, las acciones de grupos paramilitares y guerrilleros llaman la atención generando dudas sobre la labor que cumple el gobierno y las fuerzas armadas quienes en lugar de proteger al pueblo parece que amenazan la supervivencia.
Los derechos a la vida, la paz, la seguridad, la propiedad, la libertad, la educación, la salud, la cultura, el empleo, la vivienda, son todos brutalmente violados desconociendo su vigencia en la Constitución de 1991 y en la Carta Internacional de Derechos Humanos a la cual se ha adherido Colombia; ante tantas violaciones de la dignidad humana en medio de una convivencia que se caracteriza por ser poco sana, los derechos humanos tienen la función de traer la igualdad al medio, respaldada por los estados quienes son los principales responsables de su aplicación, aunque una comunidad represente en sus prácticas costumbres, pensamientos, rituales, paradigmas y opiniones se hace necesario crear medios que eviten la destrucción del ser humano en medio de éstas acciones.
Algunos entienden los Derechos Humanos como una violación a su identidad e incluso una incursión de grandes potencias a su vida privada pero no ven el poder que estos tienen para conservar la vida, la igualdad, la justicia, la integridad y la libertad, en casos en los que un hombre se cree superior que una mujer, un habitante de los países más desarrollados superior a un aborigen, un rico a un pobre o un blanco superior a un negro, lo que es común
En síntesis puedo decir que con la realización del presente trabajo aprendimos la importancia de conocer el papel que cumplen los Derechos Humanos y la importancia de convivir en armonía con los demás y nuestro entorno ya que es indispensable tener en cuenta estos derechos que son esenciales para el progreso social enmarcados por la ley, la moral y la justicia.
LAS CULTURAS HÍBRIDAS DE NESTOR GARCÍA CANCLINI
Nestor García Canclini, en el ámbito de lo cultural, concibe la cultura global como un proceso de continua “hibridación” en el que los contactos y los préstamos generados en el marco de la globalización son positivos, en la medida que animan la proliferación de nuevas culturas, en vistas de conformar un inmenso festival intercultural y global sin centro..
CULTURAL DOMINANTE:
En cuanto a este tema García Canclini nos dice que la hibridación es un proceso sociocultural en los que estructuras o prácticas discretas, que existían en forma separada, se combinan para generar nuevas estructuras, objetos y prácticas. El concepto de hibridación ha colaborado para salir de los discursos biológistas y esencialistas de la identidad, la autenticidad y la pureza cultural donde se contribuye a identificar y explicar múltiples alianzas fecundas, ej.: el imaginario precolombino con el novohispano de los colonizadores y luego con el de las industrias culturales de la estética popular con la de los turistas, de las culturas étnicas nacionales con las de las metrópolis, y con las instituciones globales existentes.
Por tanto la hibridación fusiona estructuras y prácticas sociales discretas para generar nuevas estructuras y nuevas políticas, esto suele suceder de modo no planeado, o es resultado imprevisto de procesos migratorios, turísticos y de intercambio económico o comunicacional. Pero a menudo la hibridación surge de la creatividad individual y colectiva. La hibridación pone en evidencia el riesgo de delimitar identidades locales autocontenidas, o que intenten afirmarse como radicalmente opuestas a la sociedad nacional o la globalización.
La intensificación de las migraciones y la difusión transcontinental de creencias y rituales en el último siglo acentuó estas hibridaciones y aumentó muchas veces la tolerancia hacia ellas.
Lo que significa que la palabra hibridación aparece más dúctil para nombrar no sólo las mezclas de elementos étnicos o religiosos, sino también con productos de las tecnologías avanzadas y procesos sociales modernos o postmodernos. Así mismo, las nuevas formas culturales puestas a circular por los medios masivos se caracterizan por una estética en la que las mezclas de fórmulas más mediáticas y de alta cultura conforman un escenario inédito para la sensibilidad.
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